El vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho hoy que no se va a cambiar "ni una coma" de la política antiterrorista ya que "está dando resultados", pero no se ha logrado el objetivo "fundamental" de poner fin a la violencia. Rubalcaba se ha reunido hoy en el palacio Artaza de Leioa (Vizcaya) con el lehendakari, Patxi López, con el que ha analizado la situación de la lucha antiterrorista, y después ha presidido con el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, una reunión de coordinación con altos cargos de sus respectivos departamentos y mandos de la Ertzaintza, Guardia Civil y Policía Nacional. En rueda de prensa posterior, Rubalcaba ha explicado el análisis compartido de los Gobiernos central y vasco en este ámbito y ha opinado que se puede estar "empezando a recorrer el camino que lleve al fin de ETA", aunque ha abogado por ser "cautelosos". Ha aclarado también que ni su Ministerio ni Instituciones Penitenciarias han autorizado la entrevista en la que el exportavoz de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi aseguraba desde prisión a The Wall Street Journal que ETA está preparada para "abandonar la violencia". "Si ETA está preparada para dejar la violencia, que la deje", ha replicado Rubalcaba, que, al igual que el consejero Ares, ha dicho no ver nada nuevo en el mensaje de Otegi. El ministro ha considerado que hay "cosas que están pasando, pero para que esto acabe -ha indicado- tienen que pasar muchas más" y ha señalado que "la unidad" de los partidos democráticos es "muy importante" para hacer frente al "principio del fin" de ETA. Ha insistido en que "no hay razones" para cambiar la lucha antiterrorista ya que falta que la organización terrorista sustituya las tres letras de "ETA" por las de "FIN" y "en eso no está", ha evidenciado. Ha especificado que el Gobierno tampoco se plantea cambios en la política penitenciaria, que forma parte de la antiterrorista, según ha recordado. En el encuentro, los dos gobiernos también han acordado intensificar la colaboración entre la Ertzaintza, la Guardia Civil y la Policía Nacional para combatir el terrorismo de origen islamista "con la misma intensidad" que con ETA, así como para luchar contra la violencia de género. Respecto al terrorismo de origen islamista, el ministro ha señalado que en España existe "un nivel de alarma alto". Antes de las reuniones citadas, el ministro ha almorzado en Getxo con empresarios vascos, con los que ha tratado sobre la situación económica y la lucha antiterrorista. En el almuerzo no han hablado de la extorsión de ETA a los empresarios, según Rubalcaba, quien ha dicho que no tiene constancia de que ésta haya cesado. Según los responsables de Interior, los empresarios que han intervenido han mostrado su apoyo a la política antiterrorista de ambos gobiernos. Respecto a la situación económica, el ministro ha mostrado su impresión de que los empresarios, como el Gobierno, están preocupados pero dispuestos "a dar batalla a la crisis" y ha asegurado que se comparten los grandes objetivos del Ejecutivo. Por su parte, el consejero Ares ha coincidido en mostrar su satisfacción por la "buena marcha" y los frutos de la cooperación policial en materia antiterrorista, pero ha advertido de que ETA no ha desaparecido y ha recordado el reciente robo de material electrónico en Francia. El consejero ha reclamado a EA, que ha firmado acuerdos de colaboración con Batasuna, que mantenga "la máxima exigencia con el mundo de los radicales abertzales". Según Ares, "este año ha sido un mal año para ETA y un buen año para el Estado de Derecho" con la detención de 113 supuestos terroristas. Además, según ha dicho, en algo más de dos años se ha desmantelado en seis ocasiones la cúpula de ETA. El consejero ha indicado que ETA está hoy "más débil" y que por primera vez el mundo de la izquierda abertzale radical "está en una situación de tensión" con la organización terrorista. Ares ha instado a los representantes de la izquierda abertzale a dejar de hacer "declaraciones ambiguas" y demostrar con "hechos" su apuesta política y ha agradecido el apoyo que en Euskadi dan PNV, PSE y PP a la política antiterrorista.