Un político con larga experiencia en la Administración. Ese es el perfil del nuevo director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló ayer que le ha elegido para sustituir a Joan Mesquida porque su intención es dar "continuidad" al equipo y su tarea desarrollada en el departamento.

Según fuentes cercanas al ministro, Velázquez ha sido seleccionado, además de por su labor al frente de la dirección general de Protección Civil y Emergencias, porque es un hombre de la "total confianza" del ministro. Velázquez, al igual que Mesquida, tiene un perfil político, pese a que en algunos medios se había especulado con que la idea de su salida se debía a sus desavenencias con Antonio Camacho, secretario de Estado y su superior jerárquico, y se especulaba con la idea de que se elegiría a un experto en la materia pero que hiciera menos declaraciones públicas que su antecesor. Quizá sea así porque Velázquez se ha caracterizado por su discreción.

No obstante, Rubalcaba quiso ayer acallar los rumores al explicar que Mesquida hubiera seguido al frente del mando único si no le hubiesen reclamado para la Secretaría de Estado de Turismo. El ministro alabó su tarea durante estos años. "Lo ha hecho muy bien al frente de una responsabilidad difícil", señaló. Respecto a Velázquez, destacó, además de su labor en Protección Civil, que "conoce la casa". "Si los equipos marchan bien, lo mejor es que sigan", añadió.

Fuentes de la Guardia Civil y Policía y sindicatos de ambos cuerpos han alabado el trabajo desarrollado por Mesquida. De hecho, la asociación de oficiales del instituto armado aseguró que al nuevo mando único le "será difícil la tarea de ganarse la confianza de las escaldadas asociaciones" de guardias como logró hacer su antecesor. Por contra, el sindicato mayoritario de policías, SUP, destacó el perfil de "buen gestor" de Velázquez. De hecho, le hará falta usar su larga experiencia en la Administración para hacer frente a algunos de los retos de la próxima legislatura, como son el desarrollo del Estatuto de Derechos y Deberes de la Guardia Civil y la equiparación salarial que reclaman ambos cuerpos con los Mossos.

MEDIO AMBIENTE El nuevo y controvertido macroministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino también descubrió ayer sus cartas. Teresa Ribera ejercerá de secretaria de Estado de Cambio Climático, uno de los ejes de esta legislatura. Ribera, una de las personas que más saben de la cuestión, ejercía de número dos en la lucha contra el cambio climático a las órdenes del secretario general, Arturo González Aizpiri, dentro del antiguo ministerio encabezado por Cristina Narbona. Esta designación habrá satisfecho a los colectivos ecologistas.

Como ya se había avanzado, el encargado de lidiar con la guerra del agua será el catalán Josep Puxeu, el nuevo secretario de Estado de Medio Rural y Aguas, que sí proviene del ministerio de Elena Espinosa.