ETA quería aún más presencia en el debate de la nación. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reveló ayer que los tres etarras detenidos el lunes en el sur de Francia pretendían cometer un gran atentado con coche bomba en suelo español durante las 48 horas del pleno de política general en el Congreso. El ministro añadió que los 140 kilos de cloratita incautados a los terroristas estaban preparados para explotar en una sola acción, por lo que dedujo que la banda pretendía provocar "víctimas mortales".

Según las primeras investigaciones, el comando desarticulado a 15 kilómetros de la frontera española pretendía entrar en el país por Navarra, aunque la policía desconoce aún el lugar exacto en el que tenían intención de colocar el coche bomba y las víctimas que querían causar.

Rubalcaba detalló que el explosivo incautado no era clorato potásico como creyeron los investigadores en un primer momento, sino cloratita ya elaborada. La diferencia entre uno y otro es que la cloratita es un explosivo que "vive poco tiempo", lo que ha permitido deducir que los terroristas pensaban hacer explotar el coche bomba en las siguientes 48 horas, coincidiendo con la celebración del debate sobre el estado de la nación, en el que la negociación frustrada con la banda centró el cara a cara entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Los investigadores deducen que ETA iba a destinar los 140 kilos de cloratita a un solo coche bomba porque solo se han hallado dos detonadores, uno para explosionar la furgoneta y el segundo de repuesto por si fallaba el primero. Los terroristas planeaban hacerlo con cordón detonante y no con temporizadores, que pueden ser desactivados con inhibidores, lo que indica que tenían un objetivo concreto.

La situación de máxima alerta en la que están las fuerzas de seguridad desde el fin de la tregua el 5 de junio fue ratificada ayer por el consejero vasco de Interior, Javier Balza (PNV), que teme un "atentado inminente". La policía trabaja con la hipótesis de que la banda procurará demostrar en breve su poder de actuar.

Mientras, Batasuna mantiene encuentros con su base social para combatir el desánimo detectado tras la ruptura del alto el fuego y lograr que sus fieles no se retraigan a la hora de hacerse presentes en la calle.