La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha ratificado la reducción del déficit público como el objetivo más "urgente" y "prioritario" de los presupuestos del Estado para el 2011 y ha admitido que si a lo largo del año próximo se detecta la necesidad de alguna "actuación adicional" para cumplir el ajuste previsto "el Gobierno lo adoptaría sin vacilar, tal como lo ha hecho en el 2010".

La afirmación de la vicepresidenta no equivale exactamente al anuncio de un plan B de reducción del déficit público para el 2011, pero se parece mucho a lo que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández, exigió del Gobierno hace unos días, cuando le requirió un "plan alternativo" tras cuestionar la previsión oficial de crecimiento del 1,3% para el año que viene. "Estamos convencidos de que nuestro escenario es realista", ha dicho Salgado, pero si hace falta una "actuación adicional", el Gobierno no vacilará, ha sido el mensaje de la vicepresidenta.

Intervención en el Congreso

Durante su intervención ante el pleno del Congreso de los Diputados para defender el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2011, Salgado se ha mostrado convencida de que las comunidades autónomas y las corporaciones locales "también cumplirán" este año y el que viene la parte de reducción del déficit que les corresponde. En todo caso, ha recordado que el Gobierno dispone de un mecanismo de "control estricto sobre sus emisiones de deuda" (de las administraciones territoriales) para quienes no cumplan.

La vicepresidenta ha destacado el carácter "austero" y "social" de las cuentas para el 2011 y ha afirmado que, a pesar de la congelación de las pensiones contributivas, "el año que viene los pensionistas españoles van a cobrar 2.000 millones más que este año por motivo de la inflación", es decir, por la subida adicional que se consolidará en el 2010 como consecuenca de la desviación del IPC de noviembre respecto al 1% que han subido las pensiones en este año.