La política nacional alemana pierde con él a una de sus figuras más carismáticas y veteranas. Oskar Lafontaine, actual líder de La Izquierda, exministro y exdirigente socialdemócrata, anunció ayer su decisión de dejar la presidencia de su partido y su escaño en el Bundestag definitivamente por motivos de salud.

El político de 66 años, que acaba de ser sometido a una operación de cáncer de próstata, aseguró ayer que no presentará su candidatura como líder del partido en el próximo congreso de La Izquierda en mayo y que se retirará a la política regional del Sarre, donde seguirá al frente de la formación en el Parlamento regional. "El cáncer ha sido un toque de atención", confesó el político, que se refirió a la enfermedad como su segunda "crisis existencial", después del atentado que sufrió en los 90 cuando era candidato a la cancillería por el Partido Socialdemócrata.

La doble retirada de Lafontaine llega en plena crisis de La Izquierda, aunque él quiso dejar claro que su decisión nada tiene que ver: "Está basada exclusivamente en mi salud y no tiene nada que ver con las discusiones de las últimas semanas". Lo que sí queda en el aire es qué será de La Izquierda sin él. Parece claro que el partido se enfrenta a una transformación, ya que el copresidente, Lothar Bisky, tampoco se presentará a la reelección en mayo. Tampoco el jefe del grupo parlamentario y tercera figura de la formación, Gregor Gisy, está dispuesto a tomar las riendas.