El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes que no tiene ninguna intención de dimitir si la propuesta que presentará este sábado en el comité federal para convocar un congreso es finalmente rechazada. "No me planteo dimitir, estoy asumiendo mi responsabilidad (...). Por supuesto que no dimitiré", ha subrayado durante una entrevista en la cadena SER al día siguiente del órdago que lanzó a los críticos del partido, forzando unas primarias y un congreso para poner fin a la guerra interna.

Sánchez ha subrayado en varias ocasiones que después de ponerse reiteradamente en cuestión sus decisiones como secretario general considera que ha llegado el momento de "poner las cartas encima de la mesa". A su juicio, los militantes deben de terciar en el debate sobre si el PSOE debe, con su abstención, facilitar un nuevo ejecutivo del PP o bien emplearse a fondo en la articulación de una alternativa, como propone Sánchez. Ha censurado que los dirigentes críticos hablen de "reflexión cuando quieren decir abstención" y ha enfatizado que lo que está en juego con el debate sobre la postura del PSOE "no es una cuestión táctica", sino "ideológica" y "esencial para el futuro de la socialdemocracia a medio y largo plazo". "Es como cuando se planteó el PSOE si debía abandonar o no el marxismo", ha ejemplificado. "Como líder del PSOE lo que no puedo hacer es que se me intente imponer una decisión que no comparto para administrarla", ha añadido.

Asimismo, Sánchez ha retado a los críticos a que planteen una solución para zanjar la crisis interna y la defiendan ante los militantes, incluso si esta solución pasa por la abstención: "Es hora de plantear un debate en serio, decirnos las verdades y que cuando los militantes voten se oiga solo una voz".

Sobre el dilema de Rajoy o terceras elecciones, en el que no se había querido posicionar nunca, el líder del PSOE ha considerado que antes que apoyar un Gobierno de la derecha es mejor repetir de nuevo los comicios. "Para un país, para una democracia, unas elecciones nunca son una mala solución. Lo que es una mala solución es que desde la izquierda se indulte a Rajoy", ha manifestado

SOLUCIÓN PARA CATALUÑA Y CRISIS EN CASTILLA-LA MANCHA

Sánchez ha reiterado su intención de configurar una altenativa a Rajoy y, para ello, ha asegurado estar dispuesto a hablar con Podemos y Ciudadanos, a plantearse un gobierno de coalición, con independientes y que a los dos años se someta a una cuestión de confianza. Y ha asegurado también estar dispuesto a hablar con los nacionalistas catalanes, al tiempo que ha vinculado su propuesta con ofrecer una salida definitiva a la crisis catalana. "Rajoy ha dejado una crisis institucional, territorial y social que exige, a mi juicio, un planteamiento alternativo", ha añadido. No obstante, ha considerado que hasta que no se aclare el rumbo del partido difícilmente podrá iniciar la interlocución con sus posibles socios.

Por otra parte, el secretario general ha censurado la ruptura del pacto entre PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha, a instancias de los últimos. A su modo de ver, responde a las "debilidades y contradicciones" del partido morado y su "debate interno" acerca de la relación que deben mantener con los socialistas. No obstante, Sánchez ha admitido que todavía no ha hablado con el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, sobre esta nueva crisis --Page es uno de los dirigentes socialistas que más reticencias ha mostrado a la hoja de ruta planteada por Sánchez--, aunque ha subrayado que tanto él como el mandatario extremeño, Guillermo Fernández Vara, tienen "el apoyo del secretario general".