El asunto "no es cosa menor", como diría Mariano Rajoy. Fresco está en la memoria de los socialistas el espectáculo que añadieron a aquel comité federal del 1 de octubre del 2016 en el que cayó Pedro Sánchez cuando no se pusieron de acuerdo en cómo votar y algunos pusieron tres urnas tras un panel.

Ahora, ante la elección del sucesor de Rajoy, los equipos de los dos candidatos, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, están negociando las condiciones de la votación, que se realizará el sábado, 21 de julio. La Comisión Organizadora del Congreso extraordinario (COC), que hace las funciones de árbitro del proceso interno, están escuchando estos días las sugerencias de las dos candidaturas y tratarán de incorporar algunas de ellas, aunque no esté de acuerdo por razones económicas o logísticas.

El equipo de Casado ha mandado una carta a la COC en la que reclama algunas cosas que no son habituales en las votaciones de los congresos del PP, aunque nunca hasta ahora se ha llegado con varios candidatos hasta el final. El diputado palentino pide que "para garantizar el carácter libre y secreto del sufragio" se disponga de cabinas electorales y que la papeleta de votación "contenga el nombre de los dos candidatos" a la falta de marcar solo una "X" y se introduzca en un sobre cerrado.

Aviso: la votación y el recuento serían más lentos

Según fuentes de la COC, en los cónclaves populares nacionales el compromisario siempre ha escrito el nombre del elegido (en los últimos años siempre "Mariano Rajoy", porque era él o el voto en blanco), ha introducido la papeleta sin sobre (como se hace en el Congreso de los Diputados, por ejemplo) y no ha habido cubículos para poderlo hacer con discreción. La COC apuesta por seguir igual, porque considera que sería un "gasto innecesario" comprar cabinas y papeletas y porque el voto secreto está garantizado puesto que los delegados van a tener a su disposición las hojas desde el día anterior, así que la pueden llevar preparada desde el hotel. Además, tanto el uso del sobre como de un cubículo ralentizarán la votación y el recuento final.

Mesas por orden alfabético

En el equipo de Santamaría prefieren que los compromisarios escriban el nombre en la hoja (como ocurrió el pasado día 5 en la primera vuelta) y no ven necesarios los sobres ni las cabinas. Sí que quieren, como reclama también Casado en la carta y la COC defiende por ser lo habitual, que las mesas se organicen por orden alfabético y no por provincias. "La distribución de los electores en las diferentese mesas en virtud de criterios provinciales puede facilitar el conocimiento del sentido del voto de los distintos compromisarios lo que afecta a la libertad y al secreto del sufragio", avisa la candidatura del finalista.

La COC tomará una decisión en firme en los próximos días.