El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha reclamado hoy en la misma localidad en la que ETA mató el martes a un policía galo que quienes atenten contra sus fuerzas de seguridad sean condenados a 30 años de cárcel sin posibilidad de reducción de la pena.

El jefe del Estado francés ha hecho esta petición después de reunirse con los familiares y los compañeros del policía asesinado.