Fue demasiado para Miguel Sebastián. El que fuera candidato socialista a la alcaldía de Madrid por decisión personal de José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer que no recogerá su acta de concejal y que solicitará su reincorporación a la Universidad Complutense tras el batacazo de las elecciones del 27-M. Sebastián hizo pública su decisión en una comparecencia de prensa sin preguntas, tras comunicarla anoche al presidente del Gobierno en una cena a solas en la Moncloa. Según fuentes oficiales, el candidato derrotado alegó que no "aguantaba más" las presiones, y Zapatero dijo "entender" su decisión.

En las declaraciones a los periodistas, Sebastián alegó que se marcha por "coherencia" y por entender que es "lo mejor" para la renovación del partido en la capital. "Me voy sin resentimiento, a pesar de las mentiras y calumnias que se han dicho sobre mí", dijo. Lo arropaban en su despedida la número ocho y el número 15 de su lista, Angeles Alvarez, y Pedro Sánchez, y el alcalde Getafe, David Lucas.

CAMBIOS El lunes pasado, Sebastián, que carece de carnet del PSOE, había anunciado su disposición de liderar la oposición en el ayuntamiento. Sin embargo, las presiones y críticas que ha recibido desde las filas socialistas precipitaron un cambio drástico de planes. Su anuncio tomó ayer por sorpresa a buena parte de los integrantes de su lista electoral y a los militantes de base, muchos de los cuales lamentaron enterarse "por la radio" de la decisión del cabeza de lista.

Zapatero eludió responder a una pregunta sobre la crisis de Madrid durante la conferencia de prensa que ofreció en la Moncloa con el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Visiblemente molesto, se escudó en que no era el momento oportuno para hablar de un asunto "estrictamente de partido, como este del compañero Miguel Sebastián". Dijo que responderá sobre ello "en su momento".

DESAPEGO Durante la campaña electoral, varios candidatos evidenciaron su desapego con el proyecto de Sebastián. El miércoles pasado, algunos militantes del PSM expresaron su rechazo a que recogiera el acta de concejal. Y ayer, tras conocerse su renuncia, se sucedieron las críticas, algunas de ellas con dardos envenenados al propio Zapatero.

"¿De qué ha dimitido? ¿Qué era?", ironizó Alfonso Guerra cuando se le preguntó por la decisión del candidato. El expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina arremetió contra Sebastián y contra la anterior candidata, Trinidad Jiménez, y concluyó: "Lo del mérito y la capacidad se ha abolido, sobre todo, tras la llegada de Zapatero". El diputado no tuvo reparos en culpabilizar al presidente del Gobierno de la debacle electoral y le pidió que explique "por qué dos veces seguidas ha ofrecido la alcaldía de Madrid a dos amigos personales". Leguina acusó al secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, de haber "convertido a la Federación Socialista Madrileña en una alfombra para que por ella pasara la ejecutiva federal, especialmente José Blanco".

En defensa del árbol caído salió la dirección del PSOE, a través del secretario de política municipal, Alvaro Cuesta, que auguró a Sebastián un "futuro dentro del PSOE" y puso su dimisión como un ejemplo a imitar. Fuentes socialistas ven "injusto" achacar a Zapatero la crisis de Madrid, que se remonta, dijeron, a 70 años atrás.