Contra lo que podría esperarse, la inminencia del veredicto final sobre el Estatut de Cataluña no genera apenas inquietud ni en el Gobierno ni en la oposición. La cuestión puede reabrirse en unas pocas semanas y tanto el PSOE como el PP la esperan con una placidez sorprendente. ¿Es inconsciencia o ambos conocen ya su contenido y les parece tranquilizador? Nadie ha tenido acceso a la letra --el borrador suma 1.500 folios--, pero la música que llega no es estridente. Desde la Moncloa se ha saludado con alivio la posibilidad apuntada por la presidenta del TC, María Emilia Casas, de que el veredicto vea la luz en agosto. De la Vega celebró ayer que la sentencia vaya a llegar "pronto".