Al asumir la reforma de los estatutos, Rodríguez Zapatero ha rebajado tanto la tensión territorial que es posible que Ibarretxe haya querido recuperar la iniciativa, sumando un plus de dureza para alimento del nacionalismo. El lehendakari dice que el futuro de Euskadi han de decidirlo todos los vascos, sin exclusiones. Razón para creer que el nuevo estatuto debe tener amplio consenso. Difícilmente puede salir de un referendo ganado por los pelos o tener las Cortes en contra. La hora del diálogo entre Madrid y Vitoria no ha acabado.

*Periodista.