El borrador del informe definitivo sobre las causas del accidente del Yak-42 que se estrelló en su segundo intento de aterrizaje en el aeropuerto de Trebisonda (Turquía), pone de manifiesto las pésimas condiciones de un avión que fue calificado por el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, como uno de los más modernos y fiables de todo el mercado actual. Los pilotos intentaron aterrizar en el primer aeropuerto turco con el que pudieron establecer algún contacto porque el instrumento que medía el combustible se encontraba averiado. El senador de ERC Carles Bonet ha registrado varias preguntas sobre quién y cómo se pudo autorizar un vuelo en tales condiciones.