El exdirector de la policía, Díaz de Mera, acérrimo abogado de la teoría de la conspiración, reconoció que el 11 y el 12 de marzo del 2004 no hubo ningún "dato objetivo" que apuntara a la autoría de ETA, al margen del uso de dinamita Titadyne que de inmediato se reveló falso. Más adelante, sin embargo, dijo que el 12-M se "manejó" la hipótesis etarra cuando "alguien" aportó sendas notas de José Luis Urrusolo e Iñaki de Juana Chaos, en que hacían referencias al yihadismo. La notas en cuestión son muy vagas y se remontan a años antes de los atentados. El juicio en curso no ha evidenciado que la policía las utilizara como pista para la investigación.