Manos Limpias, el seudosindicato de funcionarios dirigido por el ultraderechista Miguel Bernad que ha logrado sentar en el banquillo a Baltasar Garzón, presentó ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña una denuncia contra el presidente de la Generalitat, José Montilla, al que acusa de los supuestos delitos de prevaricación y usurpación de atribuciones por haber mantenido el Consejo de Garantías Estatutarias pese a ser "un órgano judicial declarado inconstitucional por sentencia firme del Tribunal Constitucional".

La denuncia tiene escasas posibilidades de prosperar, por cuanto la sentencia del alto tribunal no reclama la eliminación del Consejo de Garantías, sino que le niega la posibilidad de emitir dictámenes vinculantes, pero sí abre un previsible goteo de reclamaciones por vía judicial para pedir la nulidad de leyes y organismos surgidos para desarrollar preceptos del Estatut que ahora han sido puestos en tela de juicio.

Según la denuncia, el nombramiento de los nueve miembros que integran el Consejo de Garantías supone una vulneración del texto constitucional, y consideran que, con ello, Montilla "desafía" al Estado de derecho, al Poder Judicial y a las instituciones estatales.

Consideran que el Consejo supone "un ataque a la legalidad" y justifican la denuncia por estar ante un Estado "incapaz de reaccionar a tiempo sobre situaciones, planteamientos y hechos que día a día resquebrajan el sistema democrático y de derecho". En la denuncia, además, acusan al presidente de la Generalitat de haber estado "permanentemente coaccionado, amenazando y desafiando directa o indirectamente" al TC, antes y después de la sentencia, llamando a la "rebelión".

Con esta denuncia, el presidente Montilla se suma a la larga lista de objetivos de Manos Limpias, que va desde Garzón hasta Los Lunnis.