La arremetida de Josu Jon Imaz contra la propuesta de su correligionario, el lendakari Juan José Ibarretxe, de convocar una consulta sobre el futuro político vasco, a pesar de la vuelta a las armas de ETA, ha conseguido disparar las discrepancias internas en el PNV y enfadar a sus socios en el Gobierno vasco, Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB).

El sector crítico de los peneuvistas, alineado con las posiciones más soberanistas de Joseba Egibar, se mostraba ayer escandalizado por el "torpedo" que el presidente del PNV ha dirigido contra el lendakari. En medios del PNV de Guipúzcoa fieles a Egibar señalaban que la forma elegida por Imaz para pararle los pies al lendakari, una tribuna pública en diarios del grupo Vocento al que el PNV de Xabier Arzalluz declaró el boicot, ha sido un golpe bajo innecesario.

CRITICAS "Aquí no hay más consulta que la de Imaz sí o no", apuntaba ayer uno de los muchos comentarios contra el presidente del PNV aparecidos en blogs de peneuvistas críticos.

La ejecutiva peneuvista celebró como cada lunes su reunión semanal y a ella asistió también el lendakari. Los prolegómenos del encuentro estuvieron rodeados de tensión, pero no trascendió lo abordado.

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate (PNV), precisó que la celebración de la consulta forma parte del acuerdo de coalición firmado en junio del 2005 por PNV, EA y EB. En ese documento se recoge que el Gobierno vasco solicitará la autorización del Parlamento para que, "en un escenario de ausencia de violencia y sin exclusiones", se realice una consulta a la sociedad vasca sobre el acuerdo logrado por los partidos. También los consejeros de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), y Vivienda, Javier Madrazo (EB), defendieron la vigencia del acuerdo programático y rechazaron la posición de Imaz.

Azkarraga calificó de "barbaridad" que Imaz justifique su negativa a la consulta en que ETA no respetaría los resultados. Madrazo dijo que admitir tal presupuesto es dar a ETA la llave de la política vasca.