La familia socialista arropó ayer a la viuda y los hijos de Mario Onaindia en una emotiva y sobria despedida en la que los amigos del dirigente socialista, muerto el domingo víctima de un cáncer, recordaron y alabaron la personalidad del político e intelectual vasco. El entierro en la intimidad por la mañana se completó por la tarde con un acto cívico en la Plaza de España, de Vitoria.

Una gran foto de Onaindia con tres frases suyas ocupó el escenario sobre el que cuatro de sus amigos elogiaron la pasión de un vasco por la libertad con música de Lluís LLach de fondo. El escritor Jorge Martínez Reverte resumió la máxima de su amigo:"Uno no es patriota de donde ha nacido sino de donde puede ser libre", dijo recordando la aportación de Onaindia a la izquierda y a su vida."Maldita la enfermedad que se llevó al mejor de los hombres sin que yo pudiera leer sus obras completas", se dolió.

"HOMBRE DE BUEN CONSEJO"

La compañera de Onaindia y sus hijos Nora y Jon seguían la semblanza dibujada por su compañero de andanzas, el también condenado a muerte en el juicio de Burgos, Teo Uriarte. Fernando Savater alabó al "hombre del buen consejo" y se felicitó por compartir ideas con quien supo "perder los dogmas, pero no el compromiso".

Alberto Agirrezabal apostó porque la memoria de Onaindia no se pierda jamás. En el acto participó la cúpula del PSE y los miembros de la ejecutiva del PSOE Jesús Caldera y Juan Fernando López Aguilar. Acudieron el consejero del Gobierno vasco Alvaro Aman, y Carmelo Barrio, del PP.