Era una decisión prevista, pero el momento escogido no podía ser peor para el PSOE. El exministro de Economía Pedro Solbes, que cesó en el cargo hace cinco meses, formalizó ayer su renuncia como diputado tan solo 12 días antes de que el Ejecutivo apruebe uno de los proyectos de presupuestos políticamente más controvertidos de los últimos años, que van a incluir ingredientes con los que Solbes discrepa de forma notoria.

El extitular de Economía, nombrado en julio presidente del grupo asesor europeo sobre información financiera (EFRAG), ha evitado desde su cese toda declaración pública sobre la gestión del Gobierno. No ha hecho falta. Sus encontronazos eran más que conocidos y tenían que ver con asuntos de gran calado como el volumen de inyección de recursos para el nuevo modelo de financiación autonómica, el apoyo financiero del Ejecutivo a las compañías eléctricas para que estas puedan poner al día sus cuentas, y la más que probable marcha atrás en la deducción de 400 euros en el IRPF. Medida anunciada por Zapatero a las puertas de las últimas elecciones generales. El adiós de Solbes llega, además, días después de que los también exministros César Antonio Molina y Jordi Sevilla se dieran de baja de su escaño en el Congreso.

SIGUE LA INCONCRECION Así pues, Solbes no tendrá que asistir al debate ni votar los presupuestos en el Congreso en un momento, además, en el que cunde la inconcreción sobre la subida de impuestos que van a incluir el proyecto de las cuentas para el 2010.

Una falta de concreción que ayer no disipó el PSOE. Pese a que fue el propio presidente del Gobierno quien abrió el pasado jueves la puerta a gravar el IVA y los impuestos especiales, tributos que pagan por igual todos los ciudadanos, la secretaria de organización socialista, Leire Pajín, sostuvo que la reforma se hará bajo la premisa de que "haga más esfuerzo quien más tiene". En este clima de indefinición y un cierto malestar interno por los vaivenes y los déficits en la política comunicativa, ayer en la comisión permanente del PSOE se cerraron filas bajo la premisa de pasar a la ofensiva y poner en valor la gestión anticrisis del Gobierno.

Pajín negó discrepancias y solo admitió la existencia de "reflexiones constructivas". Sin embargo, no es descartable que la inquietud interna se exprese el próximo sábado en la reunión del comité federal socialista, máximo órgano del partido entre congresos.

BUSCANDO SOCIOS Uno de los elementos de estabilidad que busca el PSOE para evitar la imagen de desgobierno son las alianzas parlamentarias. Hoy mismo la ministra de Economía, Elena Salgado, inicia una ronda de contactos con diversas fuerzas políticas cara a la aprobación de los presupuestos para el 2010.