Como en una ducha escocesa, el Gobierno ha arrojado otro jarro de agua fría sobre las esperanzas de que el Estatuto catalán llegue a buen puerto. Tras presentar las enmiendas del PSOE, que dejaron tiritando al cuatripartito, Alfredo Pérez Rubalcaba intentó atemperar los ánimos con algunas cesiones, pero el viernes Pedro Solbes completó el circuito de hidroterapia al congelar las expectativas catalanas respecto a la financiación. El vicepresidente excluyó presentar una oferta mejor que la del 16 de diciembre, rechazada por CiU y por la Generalitat.

La propuesta de Solbes, plasmada en las enmiendas que el PSOE presentó el martes en el Congreso, suprime del Estatut la potestad de la Generalitat de recaudar todos los impuestos estatales, la bilateralidad al negociar el modelo con el Estado y la preeminencia del título financiero de la Carta catalana respecto a la LOFCA, norma que fija la financiación de las 15 autonomías de régimen común. Una oferta "inaceptable" para Artur Mas (CiU), increíble para Josep Lluís Carod-Rovira (ERC) e insuficiente para el consejero de Economía, Antoni Castells, que exigió a Solbes una "rectificación seria".

SIN NUEVOS DOCUMENTOS Pero el viernes, la respuesta del vicepresidente, tras la reunión del Consejo de Ministros, no pudo ser más desoladora: "No va a haber nuevos documentos por parte del Gobierno encima de la mesa". Solbes explicó que los puntos de discrepancia en financiación "se discutirán con todo detalle" con CiU, PSC, Esquerra e ICV, pero advirtió de que "hay que trabajar sobre la base" del citado documento y las enmiendas socialistas al Estatuto.

Remiso a ampliar más allá del 50% la cesión del IRPF a las autonomías --a su juicio es "una cifra muy equilibrada"--, el ministro de Economía apuntó que en la relación financiera Estado-Generalitat "hay márgenes para avanzar" en la bilateralidad, pero recordó que ésta "tiene límites". "Es difícil que la bilateralidad sirva como elemento de referencia para lo que tiene que pactarse entre todos", declaró en alusión al modelo de financiación.

RECURSOS ADICIONALES Lejos de poner fecha a la presentación del nuevo sistema de financiación, Solbes remarcó que el aumento de la recaudación fiscal del Estado ya aportará en el 2006 recursos adicionales a las autonomías. Incluso relativizó el déficit fiscal catalán, reconocido por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. "No conozco a ninguna autonomía que no diga que tiene déficit", argumentó.

La firmeza de Solbes contrastó con el tono conciliador empleado por María Teresa Fernández de la Vega al evaluar la marcha de la negociación estatutaria. La vicepresidenta resaltó que el PSOE y el cuatripartito han logrado "acuerdos de gran calado" que presagian un pacto global. De la Vega cuestionó la oferta de consenso de Mariano Rajoy porque, mientras la formulaba, el PP vetaba la prórroga de enmiendas que pedían los negociadores.

Mientras, en el bando catalán empiezan a aparecer las fisuras. El presidente de CiU, Artur Mas, sentenció el viernes que "el cuatripartito no existe, y no por culpa de CiU, sino porque el PSC está en el bando del PSOE". En referencia a la cumbre celebrada el jueves en el Parlamento catalán, Mas aseguró que CiU salió molesta porque se sintió parte de una fotografía que el PSOE necesitaba para no aparecer en el proceso al lado del PP. Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, aprovechó su mensaje de fin de año para pedir la unidad de los catalanes para defender el Estatut y no caer en "provocaciones".