El Tribunal Supremo ha comunicado la orden de disolución del grupo Sozialista Abertzaleak (SA) en el Parlamento vasco, como sucesor de la ilegalizada Batasuna.La Sala Especial del Supremo ha notificado este mediodía dos autos en los que argumenta este acuerdo y pide al Parlamento vasco que disuelva SA al comprobar que los siete parlamentarios que lo integran son los del antiguo grupo de Batasuna.Una vez aclarada la identidad de los grupos, el Supremo estima que la disolución, que ya acordó el pasado 24 de abril, debe ser ejecutada de forma inmediata.Los mismos diputados de BatasunaEl Supremo ha tomado su decisión tras comprobar que, según el informe remitido por el propio Parlamento vasco, los siete diputados de SA son los mismos que formaban antes el Grupo Parlamentario de Batasuna. Entre ellos destacan Arnaldo Otegi y el huido José Antonio Urruticoetxea, alias Josu Ternera, imputado por el Supremo como presunto inductor de la matanza de ETA en la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, que causó 11 muertos en el año ochenta y siete.Aplicando la doctrina jurídica del levantamiento del velo, recogida en la sentencia de ilegalización de Batasuna, el Supremo establece que el Grupo de Sozialista Abertzaleak mantiene una continuidad de hecho con el anterior de Batasuna, por lo que corresponde disolverlo.Vitoria deberá disolver el grupo El Parlamento vasco deberá disolver el grupo y ordenar el pase al Grupo Mixto de los siete diputados de SA. El pasado 7 de mayo, la Mesa del Parlamento Vasco ya estudió la posible disolución del Grupo de SA, y decidió no acordarla al entender que un partido político y su Grupo Parlamentario son entidades jurídicas independientes, por lo que la ilegalización del primero no conlleva la disolución del segundo. La Cámara de Vitoria esgrimió en su favor un informe de la Fiscalía General del Estado que establecía la distinción entre partido político y Grupo Parlamentario, al responder al juez Baltasar Garzón que no era pertinente perseguir a los miembros de la Mesa por un presunto delito de desobediencia por incumplir su orden de disolver el Grupo.En esta ocasión, la Fiscalía ha apoyado la disolución argumentando que no es lo mismo una decisión cautelar de un juez de Instrucción, como la de Garzón, que una sentencia firme de ilegalización contra un partido político, como la dictada por el Supremo en relación a Batasuna.