El Tribunal Especial de lo Criminal de París suspendió hoy la sesión de la mañana en el proceso contra once etarras o presuntos miembros de la banda con un nuevo incidente protagonzado por éstos, que se pusieron a cantar el "Eusko Gudariak" tras hacer una declaración.

El presidente del tribunal, Jean-Pierre Getti, no esperó el fin de los cánticos, secundados por el público, para salir de la sala junto a los otros magistrados y dar por suspendida la audiencia hasta primera hora de la tarde.

Getti había dado la palabra a los imputados tras finalizar la lectura del acta de acusación e indicar que en total se les reprochaban 44 hechos.

Fue el etarra José Luis Campo Barandiarán el que, en nombre de los encausados, leyó una declaración en la que justificaron la lucha armada y afirmaron que el "conflicto" en el País Vasco sólo se solucionará mediante una negociación "con todos los actores sin ninguna excepción".

Campo Barandiarán (51 años) insistió en que "un conflicto con otro país (...) es lo que nos ha llevado a luchar con las armas". Negó legitimidad a los magistrados del Tribunal Especial de lo Criminal de París para juzgarlos: "ustedes nos pueden condenar (...) pero nunca juzgarnos" porque "sólo el pueblo vasco puede juzgarnos".

El presidente del tribunal, al dar el listado de cargos, comenzó por el de extorsión de fondos únicamente contra Félix Ignacio Esparza Luri, que se supone que fue el jefe del aparato logístico de ETA desde la caída de su predecesor Asier Oyarzábal en septiembre de 2001 hasta su propia captura el 2 de abril de 2004.

A Esparza Luri (45 años) se le acusa de haberse ocupado directamente del cobro del llamado "impuesto revolucionario" a varias empresas, con constancia en la contabilidad del aparato logístico de la recepción de cantidades de 18.000, 24.000 y 12.000 euros.

Él mismo y otros ocho también están procesados por receptación de extorsión, es decir, por utilizar para sus actividades dinero que sabían procedente del "impuesto revolucionario".

Otras de las imputaciones contra los que se sientan en el banquillo -acusados todos de pertenecer a una organización terrorista- son tenencia de armas y explosivos, receptación de vehículos o documentos robados o usar documentos falsificados.