Eduardo Tamayo, el diputado tránsfuga del PSOE madrileño, no formará parte de la comisión que investigará la trama político-inmobiliaria en la Asamblea regional. El pacto entre el PP, el PSOE e IU excluye a "aquellos miembros" de la Cámara que "puedan resultar directamente afectados por el objeto de la comisión". Tamayo será el primero en comparecer el próximo viernes.

Tras 10 días de intensos contactos, los partidos alcanzaron ayer un acuerdo satisfactorio para la derecha y la izquierda. La exclusión del diputado traidor ha sido un verdadero encaje de bolillos para respetar el reglamento, que obliga a dar un puesto al Grupo Mixto en todas las comisiones, y cumplir el deseo político de que Tamayo no fuera juez y parte de la investigación.

ACTUACIONES

La comisión "analizará y evaluará las responsabilidades que pudieran derivarse de las actuaciones urbanísticas" de la Comunidad de Madrid relacionadas con el "actual bloqueo institucional" de la Asamblea, "provocado por la actuación de Tamayo y Sáez".

La comisión, presidida por el PP, comenzará sus trabajos este viernes y deberá presentar sus conclusiones antes del próximo 28 de agosto, día en que se cumplen los dos meses de plazo para convocar elecciones.

Mientras el Tribunal Superior de Justicia de Madrid rechazó ayer la querella del PP contra el portavoz de IU, Fausto Fernández, la coalición propuso a populares y socialistas formar en estos dos meses un "Gobierno de gestión y compromiso democrático" para romper la parálisis institucional. Esperanza Aguirre reconoció la "complejidad" de la oferta y el socialista Rafael Simancas la rechazó por "inviable", dadas las diferencias entre los programas.

Un nuevo dato sobre el conocimiento que el PP tenía de que Tamayo estaba preparando su traición al PSOE lo aportó ayer Manuel Cobo, mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón.

TAMAYO, CABREADO

En declaraciones a la cadena SER, Cobo dijo que el 10 de junio, cuando se constituyó la Asamblea, la concejala Paloma García Romero le comentó que Tamayo "estaba metido en un tema gordo" y "muy cabreado" con el PSOE. La edil tenía esta información por su marido, el abogado José Esteban Verdes, amigo del tránsfuga, que le pidió "asesoramiento". Verdes dijo a su mujer, y ésta a Cobo, que "no iba a aceptar la negociación" que le reclamaba Tamayo.