Clichy-sous-Bois Unos 4.000 policías se desplegaron ayer en la periferia de París para evitar un nuevo estallido de violencia, en el primer aniversario de los incidentes que el año pasado costaron la vida a dos jóvenes y desataron un ola de incendios en los barrios más desfavorecidos. En Clichy-sous-Bois más de un millar de personas (foto) rindieron homenaje a los chicos muertos. La tensión entre las fuerzas del orden y los jóvenes rebeldes creció ayer tras un nuevo incidente. Dos hombres hicieron bajar a punta de pistola a los viajeros de un autobús en Seine-Saint Denise y le prendieron fuego. Fue el quinto vehículo incendiado en la periferia de la capital en seis días.