La división política no ha perdonado ni al acto central de recuerdo del 11-M. El incidente más destacable se ha producido cuando una de las víctimas que presenciaba la inauguración ha enseñado una pancarta contra la gestión política de los atentados de los entonces ministro de Interior, Ángel Acebes, y presidente del Gobierno, José María Aznar.Noticias relacionadas

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Así, con los nombres de los dos mandatarios populares escritos en letras rojas, en la pancarta se podía leer: "11-M. Acebes, prisión por negligencia criminal. Aznar, proceso en el Tribunal Internacional de la Haya". Esta protesta ha provocado una algarabía entre los asistentes, divididos entre quienes le recriminaban y quienes le apoyaban.Además, la llegada del presidente del Gobierno ha sido recibida, igualmente, con división. Aunque la mayoría ha aplaudido al jefe del Ejecutivo, también se han podido oír algunos gritos, éstos más aislados, de 'fuera, fuera'. No ha ocurrido lo mismo con la llegada de llos Reyes y los Príncipes de Asturias y los autobuses de las víctimas, que han sido recibidos con sonoros aplausos.Al finalizar el acto y cuando ya se habían ido las autoridades, se ha producido otro momento de tensión cuando un grupo de personas ha proferido graves insultos contra Zapatero, al que han llamado "cabrón" e "hijo de puta". Otra parte de los asistentes ha respondido verbalmente a estos ataques. Finalmente, ambos grupos se han disuelto sin que el enfrentamiento haya ido a mayores.