El Tribunal Supremo se ha mostrado especialmente activo en los últimos días para allanar el camino que lleva a la suspensión de Baltasar Garzón. Ayer confirmó que el togado de la Audiencia Nacional será investigado por haber ordenado las escuchas del caso Gürtel . Los magistrados del alto tribunal rechazaron sin miramientos el recurso presentado por el número dos de la fiscalía, Juan José Martín- Casallo, contra la admisión a trámite de la querella presentada por el abogado de uno de los imputados en la trama de corrupción. Un proceso en el que también están implicados el jefe de esta trama, Francisco Correa, y su lugarteniente, Pablo Crespo.

El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decidirá el próximo jueves si acuerda o no la suspensión de Garzón en una sesión que se prevé movida, ya que hasta el momento ninguna de las decisiones adoptadas por el alto tribunal es firme. Sin embargo, los magistrados del Supremo se están empleando a fondo para acumular procesos encima de la mesa de los vocales del poder judicial con el fin de obligarles a apartar a Garzón de su despacho hasta que sea juzgado.

En esta acumulación de resoluciones, ayer, solo 24 horas después de que Garzón declarara como imputado por un patrocinio del Banco Santander, se hizo público que el juez será investigado para "esclarecer" si cometió un delito de prevaricación y otro de vulneración de las garantías de la intimidad por haber firmado dos providencias, en febrero y marzo del 2009, en las que acordó y prorrogó las intervenciones de las comunicaciones que los principales implicados en el caso Gürtel mantuvieron en la cárcel con sus letrados.

EL DEBATE Para los jueces del alto tribunal, es intrascendente que la querella esté plagada de datos falsos. En su opinión, el debate es otro. "Nos encontramos ante la intervención de unas comunicaciones realizadas en forma oral y directa, en el interior del local expresamente reservado en un establecimiento penitenciario para posibilitar las conversaciones entre los internos y sus letrados", explica.

Por ello, defiende su decisión de dejar actuar en este proceso a Correa y Crespo, porque "ellos mismos se consideran víctimas" de estas escuchas, que ya han sido anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y excluidas del caso Gürtel .

Los magistrados del alto tribunal opinan que la instrucción debe aclarar si las decisiones del juez de la Audiencia Nacional son "abierta y rotundamente" contradictorias con el ordenamiento jurídico y, sobre todo, con los "valores constitucionales en un Estado de derecho".

El Supremo también tercia en el debate que se va a abrir en el CGPJ sobre el momento procesal para suspender a Garzón. Los jueces explican que Garzón recibe el mismo trato que las otras personas a las que investiga. Y rechaza que, como le sugirió el fiscal, su decisión sobre la admisión o no de una querella a un magistrado haya de ser "distinta o más profunda" que en otros casos. Los jueces parecen no tener en cuenta que un proceso judicial abierto a un magistrado de la Audiencia conlleva la pena de suspensión de sus funciones hasta que se celebre el juicio.

Fuentes fiscales expresaron ayer su malestar con esta resolución. También interpretaron que los jueces del alto tribunal aprovecharon este caso para lanzar un mensaje al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que no apoya ninguna de las tres querellas presentadas contra Garzón. Algunos magistrados están molestos con esta posición.

No obstante, estas fuentes admitieron que esta última decisión del Supremo es menos beligerante que las dictadas por el juez Luciano Varela en el caso que tramita contra Garzón por los crímenes de Franco. Tras esta decisión del alto tribunal, el instructor Barreiros llamará a declarar al togado de la Audiencia como imputado. Será la tercera vez que vaya con esta condición al Supremo en menos de un año.

SIN INFLUENCIAS Además, los jueces del Supremo dijeron ayer que el "ejercicio independiente" de su función jurisdiccional "no resultará perturbado" por la avalancha de críticas que ha suscitado, dentro y fuera de España, su actuación contra Garzón.