Hace tan solo 11 días, el CIS publicó un sondeo sin intención de voto en el que el terrorismo volvía a situarse en el primer lugar de las preocupaciones de los ciudadanos, coincidiendo con la ruptura de la tregua por parte de ETA y con el abandono de un coche bomba con casi 100 kilos de explosivos en Huelva, cerca de la frontera con Portugal. El barómetro divulgado ayer confirma esa percepción, en un momento en que Interior redobla las voces de alerta sobre un inminente atentado.

En lo que se refiere a los problemas que afectan más directamente a los españoles, la vivienda continúa en cabeza. En el segundo lugar repiten los problemas económicos, seguidos del paro y la inseguridad ciudadana. Y en quinto lugar, se sitúa la inmigración.