La guerra contra el narco que Guardia Civil y Policía tratan de no perder en el sur; la alerta 4 antiterrorista; el potencial desestabilizador del conflicto catalán; el previsible acercamiento de presos etarras; el acuerdo, aún incumplido, de equiparación salarial; la reorganización del despliegue de la Guardia Civil... Temas de calibre le esperan en su despacho.

El nuevo ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se cuidó de no abordarlos en su primera intervención como titular del departamento, en el acto de la toma de posesión. Prefirió tratar antes los «cambios necesarios y precisos» en el ministerio, que expondrá en el Congreso. Sí aludió el exjuez a la necesidad de una «conexión con Europa» y de «generar lo que la Constitución exige, un Estado de derecho».

A la toma de posesión ante las cúpulas policiales acudieron jueces de la Audiencia Nacional, anterior destino del ministro, como sus colegas Pablo Ruz y Alfonso Guevara. También le felicitó el extitular de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba.

Juan Ignacio Zoido deseó a su relevo «mucha suerte». «Porque tu suerte es la de España, es la de los españoles, y es la de la libertad que tenemos que seguir defendiendo». J. J. F. / L. R.