El efecto más notorio del atentado de Barajas es que el terrorismo vuelve a ser la primera preocupación, por encima del paro, la inmigración, la vivienda. En el mes de octubre, ocupaba el cuarto lugar entre las inquietudes de los ciudadanos. Aprobaron los vicepresidentes María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes, y los ministros José Antonio Alonso (Defensa) y Alfredo Pérez Rubalcaba (interior). En octubre, sin embargo, únicamente aprobaba De la Vega.