La gestión que su Gobierno hizo de la información que tenía sobre la autoría del atentado centró buena parte de los diálogos. Aznar defendió: "El Gobierno trasladó la información de la que disponía en tiempo real y no trasladó más información que aquélla que le daban los responsables policiales". Ningún portavoz logró moverle de esa afirmación. Aseguró que la tesis islamista no estuvo en la prioridad policial --ni en consecuencia en la suya-- "hasta la noche del viernes 12". Sin embargo, responsables policiales han reconocido en sus testimonios ante la comisión que a primera hora de la tarde de ese viernes la investigación ya había pasado a manos de especialistas islamistas.

Su certeza de que "todo apuntaba a ETA" fue trasladada con diligencia a los directores de los "principales periódicos nacionales y de Cataluña". Aznar dudó de que esa información hiciera cambiar portadas y relató que el director de El País también defendía la autoría etarra. Una segunda llamada, por la tarde, informó de que él mismo había "ordenado abrir una segunda línea de investigación".