Cordiales saludos, amplias sonrisas y hasta tres apretones de manos entre el líder socialista, Emilio Pérez Touriño, y su homólogo nacionalista, Anxo Quintana, fueron las primeras muestras de la "magnífica base" que, en opinión de ambos, hay para alcanzar un pacto de Gobierno entre PSOE y BNG.

Los dos líderes iniciaron ayer formalmente unas negociaciones que calificaron de "muy positivas" con una reunión en pleno corazón de Galicia y punto cero del Camino de Santiago, en la compostelana plaza del Obradoiro, un escenario elegido especialmente para la ocasión por su carga simbólica.

"MAGNIFICA BASE" Después de los casi 60 minutos que ambos líderes compartieron, el secretario de los socialistas gallegos aclaró que no han salido "grandes cosas" concretas de este encuentro, pero sí que se asentó "una magnífica base para afrontar el futuro y cumplir el mandato de los ciudadanos". Touriño calificó de "muy positiva y muy agradable" la conversación con Quintana y emplazó a los equipos de ambos partidos a comenzar el trabajo para acatar el "mandato por el cambio".

La primera toma de contacto, que comenzó con una puntualidad exquisita y un ambiente cordial y distendido, sirvió para establecer las bases de una negociación en la que las políticas de empleo, la reactivación económica y el bienestar social serán las piedras angulares del pacto de Gobierno.

Las direcciones de ambos partidos han comenzado a configurar los equipos que establecerán las negociaciones, que se celebrarán en dos niveles, uno de reuniones sectoriales y otro paralelo, entre Touriño y Quintana, para acelerar al máximo el proceso. De esta forma, esperan que el Parlamento se constituya el 18 de julio, y acometer la investidura del presidente en la primera quincena de agosto.

Los temas en los que habrá más acuerdo serán los de carácter social, ya que tanto PSOE como BNG coinciden en los grandes objetivos. La creación de empleo será la primera preocupación y sentará la base de la política económica que aplicará el bipartito, orientada a evitar la fuga de talentos y la emigración de los jóvenes a comunidades con mejores oportunidades laborales. La creación de suelo industrial en el entorno de las grandes ciudades centrará el área económica e industrial, en la que también se apostará por la política de investigación y desarrollo (I+D). La política social, por su parte, estará orientada a la mejora de la sanidad y la educación y a la creación de más plazas de guarderías y de residencias de ancianos.

DIFICULTADES Los puntos más candentes serán los que se refieran a la deuda histórica --que el BNG ha cifrado en 21.000 millones de euros (casi 3,5 billones de pesetas)-- y a la reforma del Estatuto. Respecto al primer punto, el secretario de los socialistas gallegos, José Blanco, inició ayer un acercamiento al reconocer que Galicia tiene un "déficit de infraestructuras" que el Gobierno central tratará de compensar. Por su parte, los nacionalistas también dieron una muestra de buena voluntad al asegurar que huirán del radicalismo en la reforma autonómica.