La experiencia de los últimos años recomendaba prudencia a la hora de confiar en la tregua pactada por el PP y el PSOE en asuntos concernientes a la presidencia española de la Unión Europea. Pero pocos auguraron que el acuerdo se convertiría en puro humo en menos de un día. Justo lo que tardaron las ejecutivas de ambas formaciones en reunirse después del periodo de las vacaciones navideñas y hacer un primer balance público del estreno del semestre rotatorio, con cruce de acusaciones incluido. Año nuevo, vicios viejos.

Las críticas que ha recibido el Ejecutivo español por lanzar globos sonda de sus planes y amagar con imponer sanciones a los estados que incumplan la estrategia económica europea dieron pie al líder del PP, Mariano Rajoy, a cruzar la línea roja. "El Gobierno empieza la presidencia europea provocando demasiadas críticas contra España, lo que a nosotros no nos gusta. Pero como hemos pactado, procede hacer una recomendación: un presidente del Gobierno, y más si su país tiene la presidencia de la UE, debe ser sensato, prudente y medir bien lo que dice", espetó.

DEBATE "PARTIDISTA" Mientras el líder popular enseñaba las uñas, el PSOE concluía una accidentada primera reunión del año de su ejecutiva federal por las ausencias de varios de sus miembros debidas al temporal que azota la península. Informada de las críticas vertidas por Rajoy, la secretaria de organización del partido, Leire Pajín, recordó a los populares el "apoyo explícito" al Gobierno durante este semestre al que, en su opinión, se habían comprometido el pasado diciembre.

Dicho acuerdo fue formalizado mediante una proposición no de ley aprobada en el Congreso. "No han esperado ni 24 horas para empezar a criticar", se lamentó Pajín. En este contexto, la dirigente socialista emplazó al PP a que explique si mantiene su apuesta por el "espíritu compartido" entre el Ejecutivo y la oposición durante la presidencia de la UE o si también aprovechará este tema para "abrir un debate partidista".

Zapatero dedicó buena parte de su intervención en la ejecutiva a explicar su objetivo de impulsar una política económica europea común contra la crisis. El presidente también hizo un comentario sobre las críticas recibidas por la propuesta, aún no formal, de sancionar a los países europeos que no cumplan los objetivos económicos de la UE. En este sentido, Zapatero apuntó que las críticas de la prensa alemana, no fueron contra la propuesta española, sino contra el ministro alemán de Economía.

En la reunión, y durante un almuerzo posterior que el presidente tenía pendiente con sus compañeros de partido desde las fiestas navideñas, se debatieron también las últimas propuestas económicas lanzadas por Rajoy el pasado fin de semana. El presidente concluyó que las medidas planteadas no presentan ninguna novedad en relación con el discurso habitual del PP, al incidir, a su entender, en abaratar el despido, recortar el gasto público y congelar el sueldo de los funcionarios.

FOTOGRAFIA "IMPUDICA" Una estrategia que Pajín resumió denunciando que debilitaría "aún más" a los trabajadores más castigados por la crisis y que escenificó, además, con un foto publicada recientemente en la que Rajoy aparece junto a una cola de parados a las puertas de una oficina de empleo. Una instantánea que la secretaria de organización del PSOE calificó de "impúdica".

El líder del PP, por su parte, advirtió a los socialistas de que la presidencia de turno de la UE y las fotos con líderes mundiales no pueden ser "una coartada" para no gobernar y para no llevar a cabo las reformas que necesita la economía.