Sin tanto revuelo como el que generó la condena al alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, el PP balear vio ayer cómo la justicia enviaba a prisión a otro de sus primeros ediles. Se trata del alcalde de Llucmajor (Mallorca), Lluc Tomàs, condenado a tres años de cárcel y ocho de inhabilitación para cargo público por un delito de malversación de fondos públicos. El afectado anunció que presentará hoy su dimisión como alcalde y se dará de baja del partido "temporalmente".

La decisión de Tomàs evitó que los populares tuvieran que pronunciarse sobre su futuro político después de hacerse pública la sentencia del llamado caso Rabasco , sobre las contrataciones irregulares para festejos por parte del consistorio a cuatro empresas de las que era apoderado legal el entonces edil Joaquín Rabasco y era propietaria su compañera sentimental, María del Amor Aldao.

La portavoz del PP balear, Catalina Soler, afirmó que "no duda de la honorabilidad" de Tomàs, quien anunció ayer que presentará un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.