El autobús quemado la noche del jueves en el barrio de Bidebieta (San Sebastián) es la primera acción de este tipo desde el 2002. Desde la fecha, la kale borroka había remitido coincidiendo con el endurecimiento de penas por este tipo de actos. Muchos de los buscados por kale borroka huyeron a Francia, como es el caso de Imanol Gómez, el etarra cuya muerte en accidente en Francia provocó la protesta del jueves.

Las pérdidas por la quema de autobuses entre 1990 y el 2002 superan los 32 millones de euros. Sin ir más lejos, el vehículo quemado el jueves costó 133.000 euros.