La izquierda aberzale mantuvo ayer en Bilbao su desafío al Departamento de Interior del Gobierno vasco y a la Audiencia Nacional, y pese a que sus dos convocatorias previstas en plenas fiestas de Bilbao estaban prohibidas, sus simpatizantes salieron a la calle. La respuesta de la Ertzaintza, que desplegó un fortísimo dispositivo, derivó en enfrentamientos. Los incidentes duraron media hora y se saldaron con destrozos de mobiliario urbano y tres detenidos.

Cientos de personas acudieron a la plaza Zabalburu, desde donde estaba prevista que partiera la segunda marcha, que tenía por lema A favor de la libertad de expresión, Democracia . Pese a la desconvocatoria, los organizadores dieron lectura a un comunicado en el que acusaron al Departamento de Interior de llevar a cabo una "caza de brujas". Nada más concluir la comparecencia, los asistentes comenzaron a desfilar por las calles cercanas lanzando gritos a favor de los presos de ETA y de la independencia.

Dotaciones de la Ertzaintza acudieron a disolver la marcha y practicaron tres detenciones. En los disturbios, un agente de la policía vasca resultó herido en una mano. El Movimiento pro-Amnistía tiene previsto celebrar hoy en Bilbao otra marcha a favor de "los refugiados políticos vascos" para la que no pedido ningún permiso y que el Gobierno vasco ha prohibido.