Difundían revistas de ideología nazi, se financiaban a través de conciertos que incitan al odio racial y se reunían en un bar madrileño con un cartel en la puerta que solo permite la entrada a personas blancas. Todas estas conductas han servido a la Audiencia Provincial de Madrid para condenar a 15 miembros de la rama española de la organización internacional Hammerskin a penas de entre dos años y medio y un año y medio por los delitos de asociación ilícita y tenencia de armas.

Se trata de la primera vez que un grupo de neonazis es condenado por promover el racismo sin que haya pesado un acto violento en particular. "Es una sentencia pionera que abre una esperanza a las víctimas del odio", aseguró Esteban Ibarra, presidente de la asociación Movimiento contra la Intolerancia, que ha ejercido la acusación popular. "Hasta ahora no se había plantado cara al problema, salvo en casos particulares de violencia extrema, pero este fallo establece que la sola pertenencia ha un grupo nazi es una conducta sancionable", añadió.

El grupo Hammerskin-España fue desmantelado en el 2004 gracias a la operación Puñal, desarrollada por la Guardia Civil en varias provincias a raíz de un brote de ataques racistas y de las pesquisas del periodista Antonio Salas, que reflejó en el libro Diario de un skin .

Salas (en realidad un pseudónimo) se infiltró durante un año en la peña del Real Madrid Ultrasur y contactó con varios grupos de cabezas rapadas. La sentencia da veracidad a su testimonio sobre que todos los procesados eran de Ultrasur.

El fallo considera acreditada la existencia de Hammerskin-España, "compuesta por una pluralidad de personas", desde el año 2000. Según el tribunal, su fin es "promover la discriminación, el odio o la violencia contra personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación familiar, enfermedad o minusvalía".

Las tres juezas del caso entienden que los condenados buscaban subvertir el orden constitucional e instaurar el nacional socialismo en España, si bien admiten que, "afortunadamente", tenían una "escasa posibilidad de éxito". En los domicilios de los cabezas rapadas, uno de ellos militar, se hallaron navajas, hachas, bates de béisbol, pistolas de aire comprimido, así como documentación nazi.

ESTRUCTURA JERARQUICA En su defensa, los condenados alegaron que solo eran un "grupo de amigos", pero el tribunal considera probada la estructura jerárquica de la organización, y por eso condena a su líder a más años que al resto. El fallo ordena la disolución del grupo y les prohíbe realizar publicaciones o mantener una web. El fiscal y la acusación popular solicitaron penas más altas, sin embargo el tribunal ha rebajado las mismas porque el proceso se ha dilatado demasiado tiempo.