La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Emilia Casas, ha logrado resolver hoy, tras cuatro años de infructuosas deliberaciones, la sentencia del Estatut, que ha sido aprobada por seis votos a favor y cuatro en contra.

Para ello ha necesitado alcanzar un complejo pacto con el magistrado Manuel Aragón, teóricamente adscrito al sector progresista pero que en los anteriores seis intentos de sentencia se alineó con el bloque conservador. El acuerdo entre Casas y Aragón conlleva que 13 o 14 artículos del Estatut hayan sido declarados inconstitucionales por unanimidad, que otro bloque de artículos haya sido declarado constitucional por una ajustada votación de 6 a 4 y que el preámbulo, en el que en una muy alambicada fórmula CiU, PSC, ERC e ICV-EuiA consiguieron definir Catalunya como una nación, sea considerado nulo.

Los seis magistrados que han votado a favor son Guillermo Jiménez Sánchez, Manuel Aragón Reyes, Eugeni Gay Montalvo, Pascual Sala Sánchez, Elisa Pérez Vera y la presidenta, María Emilia Casas.

Los magistrados del TC, invitados por Casas, han participado esta tarde, pues, en cuatro votaciones. Las tres primeras son las ya citadas: preámbulo, artículos inconstitucionales y artículos aceptados en su integridad. La cuarta es un grupo de artículos que los magistrados creen que requieren una clara reinterpretación. Puede ser, además, una de las que más polémica desencadene, tal y como han advertido reiteradamente en los últimos meses los partidos políticos catalanes.

AMONESTACIÓN AL PARLAMENTO CATALÁN

El preámbulo del Estatut se limitaba a subrayar que, en su día, el Parlamento catalán votó definir Cataluña como nación. Es un hecho objetivo que así sucedió. Sin embargo, el TC no solo ha decidido anular el preámbulo, sino que, según fuentes del alto tribunal, tiene intención de amonestar en la sentencia al Parlamento catalán por buscar esa supuesta treta para burlar la hipotética incompatibilidad de que dentro de la nación española habite una segunda nación, la catalana.

Los "símbolos nacionales de Cataluña", que sí aparecen expresamente citados en el articulado del Estatut, permanecerían intactos con la sentencia, pero con un subrayado extra por parte del TC que especificaría que Cataluña tiene símbolos nacionales porque es una "nacionalidad". A fin de asegurarse el respaldo de Manuel Aragón, la ponente habría aceptado incluir en diversas ocasiones (hasta ocho) en el redactado de la sentencia alusiones a la indisoluble unidad de España.