El ministro de Defensa, Federico Trillo, anunció ayer una rectificación sobre el tamaño del Ejército profesional. Sin reconocer el fracaso en la gestión para lograr la horquilla de 102.000 a 120.000 soldados profesionales fijada en 1999 para finales del 2002, asumió la propuesta del PSOE de un ejército al 50% entre soldados y cuadros de mando, lo que significa incrementar el número de suboficiales y especialistas y contar con una cifra entre 60.000 soldados y otros tantos cuadros de mando.

"Ese ha de ser uno de los pilares de la política de personal", dijo Trillo antes de proponer que la cifra de soldados y marineros profesionales sea decidida anualmente en el Parlamento "para acabar con un debate utópico". Pero el ministro quiso dejar claro que la profesionalización es un hecho "positivo, la sustitución del viejo servicio militar funciona y los 75.000 soldados con que cuentan las Fuerzas Armadas es suficiente".

El ministro calificó de "broma" las informaciones de que el Ejército sólo ha podido captar 850 soldados este año. "Eso no hubiera sido admisible porque el ministro que les habla no sería el que les habla: habría sido cesado", dijo.

LA INMIGRACION, UN RIESGO

Por otra parte, la revisión estratégica de la defensa presentada ayer por Trillo ante la comisión correspondiente del Congreso considera que "la inmigración masiva e incontrolada es un riesgo para la seguridad" de España y la sitúa en el capítulo de las amenazas emergentes en el siglo XXI. El papel de las Fuerzas Armadas frente a dicho fenómeno queda supeditado a la decisión civil, según recalcó el ministro.