El ministro de Defensa, Federico Trillo, evitó ayer reclamar a su homólogo polaco, Jerezy Szmajdzinski, el traspaso a España del mando militar de la división centro-sur en Irak. Según fuentes conocedoras del contenido del encuentro, Trillo renunció a reclamar la rotación del mando militar --que en la actualidad desempeña Polonia-- para no asumir nuevas responsabilidades en puertas de las generales del 2004, con el consiguiente coste electoral para el PP.

Trillo, que el pasado fin de semana visitó la provincia iraquí en la que están desplegados los contingentes español y centroamericano, analizó con su homólogo polaco la situación de la Brigada Plus Ultra durante un almuerzo en la sede de Defensa.

DIFICULTADES

Szmarjdiznski viajó a Madrid integrado en la delegación polaca que encabeza el presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, quien ayer fue recibido por el rey Juan Carlos y hoy se entrevistará con el presidente del Gobierno, José María Aznar.

En su encuentro, del que no informaron a los medios de comunicación, los ministros de Defensa español y polaco se limitaron a constatar las dificultades a las que se enfrentan las tropas destacadas en Irak. Aunque el Gobierno español había subrayado que el mando de esta misión militar sería rotatorio y que acabaría pasando a manos de un general español, ayer Trillo optó por la prudencia y no planteó el asunto.

La cautela de Trillo obedeció, según fuentes de Defensa, al temor al impacto electoral que puede tener para el PP la asunción de una responsabilidad militar que entrañaría riesgos añadidos para las tropas españolas. El ministro también tuvo en cuenta que la composición de la misión multinacional en Irak puede sufrir modificaciones si otros países acceden a enviar tropas a la zona.

El pasado domingo, el número dos de la división centro-sur, el general español Ricardo Martínez Isidoro, señaló a un grupo de periodistas que la asunción del mando obligaría a España a desplegar en Irak hasta 2.400 soldados más, el doble de los que ha enviado hasta ahora. El acuerdo adoptado el pasado julio por el Consejo de Ministros fija en 1.500 el número máximo de soldados españoles a desplegar en Irak, aunque esa cifra podría revisarse si, como prevé Defensa, se prorroga la misión otros seis meses.

OBRAS SIN LICENCIA

Defensa ha usado la ley de acompañamiento de los Presupuestos del Estado para eliminar el control que los ayuntamientos ejercen sobre las obras y segregaciones de fincas de uso militar que efectúan las Fuerzas Armadas. El ministerio quiere evitar que, al negar las correspondientes licencias, los municipios obstaculicen las obras con fines militares.