Las autoridades turcas admitieron ayer que no ha sido posible determinar si el piloto del avión Yakovlev 42 iba ebrio, porque sus restos quedaron calcinados y no pudieron ser analizados. En cambio, sí reconocieron que se había encontrado un alto índice de alcohol en sangre en los restos de una azafata y en los del copiloto, si bien en este último caso se debían al efecto de la combustión.

El fiscal de Trebisonda, Burhan Cobanoglu, citado por la agencia turca Anatolia, dijo que los restos del comandante del Yak-42 en el que murieron el 26 de mayo 62 militares españoles, no pudieron ser analizados por resultar "totalmente carbonizados".

UNA TASA DE 3,5 GRAMOS

El fiscal precisó que, de los análisis practicados a 21 personas que se encontraban en el avión, sólo la azafata Gladka Yuliya era portadora de una tasa de 3,5 gramos de alcohol por litro de sangre. También reconoció que se había hallado alcohol etílico en las muestras de sangre del copiloto Slatvinskyi Sernii, pero puntualizó que "no procedían de una bebida alcohólica ingerida, sino de sustancias químicas que se mezclaron (con la sangre) durante la explosión del avión".

Esa circunstancia podría indicar que existía alcohol etílico en la cabina del aparato siniestrado. Las normas de aviación civil prohíben tajantemente ingerir alcohol a las tripulaciones, aunque les conceden una tolerancia de 0,2 miligramos.

El director adjunto de Aviación Civil turca y responsable de la comisión de investigación del siniestro, Umit Cendek, manifestó que nada permite asegurar que los pilotos hubieran bebido. "No es posible extraer ninguna conclusión en la actualidad", explicó antes de subrayar que la investigación del accidente aéreo sigue su curso y se van a reunir con las autoridades ucranianas dentro de quince días.

Mientras tanto, el jefe del Ejército de Tierra, general Luis Alejandre Sintes, atribuyó las quejas de las familias de los militares a personas que "no son familiares en primer grado" y les acusó de "extremar y politizar el asunto".

FALTA DE SENSIBILIDAD

El presidente de la asociación de familiares, Carlos Ripollés, le contestó que "podrá saber mucho de estrategia militar, pero no tiene ni idea de consanguinidad" y lamentó su falta de sensibilidad.

El PSOE volvió a plantear ayer la petición de una comisión de investigación parlamentaria sobre el accidente aéreo.