Juan José Ibarretxe reclamó ayer en Suráfrica la "ayuda del mundo" para construir la paz en Euskadi. Tras pedir al arzobispo Desmond Tutu en Ciudad del Cabo (Suráfrica) su colaboración para que el problema vasco se sitúe en la "agenda política internacional", el clérigo se comprometió a plantear esta solicitud en el foro de veteranos estadistas --el Elders group --, que se reunirá la semana próxima en París y entre cuyos miembros figuran Nelson Mandela, Kofi Annan o Jimmy Carter.

El lendakari y el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), mantuvieron ayer un encuentro con el arzobispo que tan activamente luchó contra el apartheid y con el exministro de Defensa y experto en solución de conflictos Roelf Meyer, que trabajó para poner fin a los privilegios de la minoría blanca. El lendakari les comunicó que el Gobierno vasco les ha concedido el premio de Derechos Humanos René Cassin, que se entregará en Vitoria el próximo día 10 de diciembre. Tutu, que recibió el Nobel de la Paz en 1984, compareció ante los medios con el lendakari y expresó su deseo de que en un futuro "no muy lejano" el pueblo vasco pueda hacer realidad su deseo de que "le sea reconocido el derecho de autodeterminación". La internacionalización del problema vasco ha sido uno de los ejes en la política de Ibarretxe. Tanto el Ejecutivo como los partidos que lo apoyan --PNV, EA y EB-- se han esforzado por encontrar apoyos externos a la demanda de una solución dialogada a la violencia. Varios expertos internacionales en solución de conflictos participaron en foros durante el fracasado proceso de paz.

PAIS MODELO Ibarretxe puso a Suráfrica como ejemplo de que la paz es posible aun en las peores circunstancias. En este sentido, dijo que lo sucedido en aquel país sirve para que la sociedad vasca "se pregunte por qué no en Euskadi" y "renueve" su compromiso con la esperanza. "Tenemos que escribir nuevas páginas en el libro de la vida del pueblo vasco, y esas páginas tienen que estar escritas en paz", concluyó el lendakari.