El que fuera máximo dirigente militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki, se encargó personalmente de supervisar al detalle los preparativos del atentado de la T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas, en el que murieron dos personas y que puso punto final a la última tregua de la banda terrorista. Así lo ha declarado hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra los tres autores materiales del ataque, el oficial de la Guardia Civil que instruyó la investigación del atentado.

Según este agente, Txeroki, al que se atribuye la decisión de acabar con la tregua imponiéndose a otros sectores de la cúpula de ETA, no solo se encargó de fijar el objetivo, si no que llegó a reunirse en varias ocasiones con Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián, los autores materiales del ataque, para darles indicaciones precisas de cómo llevar a cabo el atentado, que tuvo lugar el 30 de diciembre del 2006.

En la primera de estas reuniones, que tuvo lugar en el verano del 2006 en el monte Azúa, Txeroki les dio indicaciones muy concretas sobre los preparativos, señalándoles incluso las carreteras secundarias que debían tomar para no ser detectados en su camino hacia el aeropuerto madrileño.

LAS LLAMADAS DE AVISO

En la segunda cita, en el mismo lugar, el jefe militar de la banda ordenó a Portu, San Sebastián y Sarasola que comprasen un teléfono móvil prepago para realizar las llamadas con las que iban a alertar de la colocación de la furgoneta bomba en el aparcamiento de la terminal aeroportuaria. Txeroki llegó a señalarles a quién debían llamar: a los Bomberos de Madrid, al diario Gara y a la organización vasca de ayuda en carretera DYA. Sin embargo, Portu, encargado de realizar las llamadas, decidió telefonear también al organismo SOS DEIA.

El que Sarasola apareciese ataviado con una muleta, una máscara de pintor, una gorra y una peluca tras aparcar la furgoneta cargada de explosivos en el módulo D del aparcamiento de la T-4 tampoco fue fruto de la casualidad o de la iniciativa de los presuntos autores materiales del atentado. Detrás de la idea de este disfraz también estuvo Txeroki, según el investigador de la Guardia Civil.

PREPARACIÓN A CONCIENCIA

El atentado en la T-4 de Barajas se preparó a conciencia. Así lo prueba el testimonio del agente de la Guardia Civil que ejerció de instructor general de las diligencias del atentado, que ha explicado que los tres acusados realizaron dos ensayos del atentado. En el último de esos ensayos, en octubre del 2006, llegaron a dejar estacionado un vehículo de alquiler en el aparcamiento de la terminal del aeropuerto.

El guardia civil ha precisado que, tal y como declaró Sarasola tras su detención en enero del 2008, los tres participaron en un primer "reconocimiento del itinerario" en el vehículo de San Sebastián. A este primer ensayo le siguió, el 21 de octubre, un segundo, en el que solo participaron Portu y Sarasola y para el que alquilaron un vehículo en Irún (Guipúzcoa) a nombre del primero, que llegaron a estacionar en la T-4 de Barajas.

Desde allí, según el guardia civil, tomaron un taxi hasta la sede de Antena 3 Televisión en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes y otro de vuelta al aeropuerto para recoger el vehículo.

RESPONSABILIDAD MENOR

Este mismo itinerario, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, lo repetiría Sarasola un día antes de los hechos, a las 18.51 horas del 29 de diciembre, cuando estacionó una furgoneta robada -a cuyo propietario habían secuestrado dos días antes- en el módulo D del aparcamiento de la T-4, lo que fue grabado por las cámaras de seguridad, tras lo que se fue en taxi hasta una zona cercana a las instalaciones de Antena 3.

Según ha asegurado el oficial de la Guardia Civil, los tres acusados habían desempeñado una "responsabilidad menor" en ETA hasta el atentado de la T-4, el "primero en el que participaron en su integridad", desde el transporte de los materiales explosivos a su colocación y detonación.