La mitad de los alrededor de 30 miembros de ETA que formaban el aparato militar creado por Garikoitz Aspiazu, Txeroki , con el objeto de blindar esa estructura de la banda terrorista y ponerla a salvo de infiltraciones, han sido detenidos en los últimos seis meses. Algunos de ellos, arrestados este mismo mes, desempeñaban importantes responsabilidades en la organización. Es el caso del jefe de las operaciones especiales, José Antonio Aranibar, del encargado de abastecer de explosivos y armas, Iker Mendizabal, o de uno de los responsables del aparato de falsificación de ETA, Iker Beristain.

Según informaciones recogidas por la agencia Europa Press, al producirse su ascenso a la cúpula del aparato militar de ETA a finales del 2003, Txeroki se propuso remodelar esta estructura, dotándola de sus propios subaparatos de logística o falsificación. De esta forma, el aparato militar se autoabastecía, reducía el contacto con otras estructuras de la organización y reducía así las posibilidades de ser infiltrada por topos.

PAPELES DECISIVOS Aspiazu Rubina sustituyó a Gorka Palacios tras la detención de este, pero tenía presente el desastre que para ETA había supuesto la incautación por parte de la policía en Francia de los llamados papeles de Susper , documentación del anterior jefe del aparato militar, Ibon Fernández Iradi, que puso en manos policiales el nombre de un centenar de activistas de la banda o de aspirantes a integrarse en ella, así como medidas de seguridad, sistemas de citas o agendas de los terroristas.

Desde su llegada a la jefatura de los comandos de ETA, Txeroki ha visto cómo eran detenidos varios de sus lugartenientes. Se trata de José Segurola Querejeta --un número dos que heredó de su predecesor Gorka Palacios--, Jon Joseba Troitiño, y más recientemente José Antonio Aranibar, al que la Guardia Civil considera responsable de los grandes atentados ideados en Francia y perpetrados por un grupo itinerante, como la furgoneta bomba que explotó en un párking del aeropuerto de Barajas.

Los miembros de la nueva ETA de Txeroki tienen alrededor de 30 años, en su gran mayoría proceden de la kale borroka y se les considera partidarios de las posturas más duras y menos proclives a la negociación. Un ejemplo de ello es Ekaitz Aguirre, alias Ehum , condenado por amenazas de muerte a la dirigente del PP vasco María San Gil en el 2000. Dos años después fue detenido por la Guardia Civil acusado de formar parte de un grupo de violencia callejera responsable de 40 sabotajes. En el 2003, cuando quedó en libertad provisional, huyó a Francia, pero las fuerzas de seguridad recuperaron su pista con la desarticulación del comando Vizcaya , al encontrarse sus huellas en un explosivo. Tres meses después, el golpe de la Guardia Civil al comando Donosti , el pasado mes de marzo, permitió recuperar la pista de Ehum .

IDENTIFICADOS El presunto dinamizador de ETA en Guipúzcoa, José Angel Lerín, confesó a la Guardia Civil que días antes de su detención había mantenido una cita con Ekaitz Aguirre. Este cayó el pasado 2 de julio, cuando unos gendarmes dieron el alto a la furgoneta en la que viajaba con Aranibar y Aingeru Cardaño. Aún quedan en libertad unos 14 etarras identificados por los servicios de información en el último año como miembros de la nueva ETA . Es el caso de Eneko Goeaskoetxea, Iker Iparraguirre, Itziar Plaza, Pablo Aperribay, Carlos García Preciado y Oihana Garmendia. A estos se suman veteranos de una o dos generaciones anteriores como Raúl Angel Fuentes Villota o José Luis Eciolaza Galán Dienteputo , al que las fuerzas de seguridad sitúan en labores de dirección.

Estos terroristas se entremezclan con la generación de jóvenes aportando su experiencia, como puede ser el caso de Francisco Javier López Peña, Thierry , al frente del aparato de cursillos; Tomás Elgorriaga Kunze, jefe de la electrónica de la banda; y Luis Ignacio Iruretagoyena, el especialista en explosivos.