La Unión Europea (UE) aprobó ayer que el catalán, el gallego y el euskera puedan utilizarse en el Parlamento Europeo, el Comité de las Regiones y en el Consejo de Ministros europeo, pero rechazó la aspiración del Gobierno español de lograr que esos idiomas obtuvieran el estatuto de lenguas oficiales europeas. Los ciudadanos también podrán dirigirse en las tres lenguas cooficiales en España a las instituciones y obtener la respuesta en el mismo idioma. El acuerdo fue adoptado por el Consejo de Ministros de Asuntos Generales de la UE en Luxemburgo.

El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, no dudó en calificar de "milagro" el compromiso político alcanzado, aunque se queda por debajo de las reivindicaciones españolas. Las tres lenguas podrán comenzar a utilizarse en la UE en octubre, aseguró Navarro.

España no ha conseguido modificar el reglamento lingüístico de la UE para incluir las tres lenguas como oficiales de trabajo, porque eso hubiera requerido una modificación previa del Tratado de la UE para incluirlas en la lista del artículo 314, según los servicios jurídicos del Consejo de Ministros europeo.

El Gobierno se tuvo que conformar con una decisión política, que abre la vía a "acuerdos administrativos" con cada institución europea para el uso de los tres idiomas. España se comprometió a asumir todos "los costes directos o indirectos" de esas medidas. Para reforzar la fuerza política de ese compromiso, el Gobierno logró que sea publicado en el diario oficial de la UE.

DIEZ DIAS DE ANTELACION El uso de una de las tres lenguas en las intervenciones orales en el pleno del Parlamento Europeo y del Comité de las Regiones, así como las eventuales intervenciones de un consejero autonómico en el Consejo de Ministros, deberán solicitarse con diez días de antelación para que los servicios de traducción simultánea puedan estar preparados.