Los líderes de UGT y CCOO en Aragón están dispuestos a agotar las negociaciones para alcanzar un acuerdo en la reforma de las pensiones pero advierten que no permanecerán impasibles en el caso de que se mantenga la obligación generalizada de jubilación a los 67 años, sin excluir una nueva huelga general. Así se han pronunciado el secretario general de UGT en Aragón, Julián Lóriz, y de CCOO, Julián Buey, durante un acto de protesta realizado en la sede Nacional de la Seguridad Social en Zaragoza y al que han acudido numerosos delegados sindicales. El objetivo de este encierro ha sido expresar el respaldo a los líderes de UGT y CCOO que participan en la negociación y advertir que si no hay un acuerdo razonable que siente las bases de un desarrollo futuro del sistema de pensiones y de otros niveles que ayude a salir de la crisis con otras medidas "el movimiento obrero seguirá en la lucha", ha señalado Buey. Buey considera que el debate hay que hacerlo con "rigor y seriedad" pero no bajo el prisma de la crisis porque el sistema de pensiones "no ha afectado ni a su inicio ni a su desarrollo ni para salir de ella". "Si hay jubilaciones obligatorias y generalizadas, si se quieren cargar la negociación colectiva poniendo los contadores a cero, si no hay reforma de la reforma laboral en los elementos lesivos ni mejoras sociales, ni planes de empleo para la mujer, jóvenes y parados de larga duración seguiremos las movilizaciones y no excluimos una nueva huelga general", ha señalado el líder de CCOO. Por su parte, el responsable regional de UGT ha señalado que los sindicatos abogan por un "gran acuerdo" que reparta la salida de la crisis y no recaiga solo en los trabajadores, que son, ha denunciado a los que hasta ahora se les ha exigido el mayor esfuerzo. Para Julián Lóriz, "no vale cualquier reforma" sino que "los sacrificios tienen que ser equilibrados" y no recaer sólo sobre los trabajadores, sin recortar derechos y buscando más ingresos para el futuro. Lóriz se ha mostrado contrario a las amenazas mientras se producen las conversaciones y apuesta por agotar las vías de negociación porque cree que hay tiempo y "negociar las posibilidades es problema de todos".