Juan Carlos sancionó y promulgó ayer su última ley, la de abdicación, que pone fin a 39 años de reinado que siguieron a otros tantos de dictadura. Desde esta medianoche, cuando la norma ha entrado en vigor, el Príncipe de Asturias es ya Felipe VI, y su hija Leonor, de 8 años, la Heredera y nueva Princesa de Asturias.

La escenificación del relevo en la Corona se desarrolló en el Salón de Columnas del Palacio Real, con una ceremonia de apenas 20 minutos. No hubo discursos --solo se leyó el texto de la ley--, pero sí gestos. Juan Carlos, muy emocionado, hizo dos: uno como padre y otro como exjefe de Estado. Tras firmar la norma, volvió hacia donde estaban Sofía, Felipe y Letizia y, tras dar un beso a su esposa, se abrazó con su hijo y le cedió su silla (que estaba elevada por un alza) para simbolizar la sucesión en la Monarquía. Juan Carlos ha querido hacer así, a su manera, un gesto que resumiera el momento histórico, como el que tuvo con él su padre, Don Juan, cuando renunció a sus derechos dinásticos, en 1977, y se cuadró ante él. También Leonor, hoy Princesa de Asturias, y Sofía se acercaron para darle un beso a su abuelo, que perdió el equilibrio y se tuvo que sentar en la silla. Solo Letizia se quedó sin saludar, en ese momento al menos, al ya exjefe de Estado.

170 INVITADOS El acto, sencillo y corto, fue presenciado por 170 personas en el Salón de Columnas, que ha sido testigo de otras ceremonias solemnes como el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), en 1985, y la Conferencia de Paz sobre Oriente Próximo, en 1991. Los invitados aplaudieron largamente a Juan Carlos, una ovación a la que se sumaron los nuevos Monarcas y Sofía. Además del presidente del Gobierno, que estaba en un sitio de honor, para refrendar la ley de abdicación, según señala la Constitución, y los máximos representantes de las instituciones del Estado, acompañaron a la familia real la infanta Elena, Froilán, las infantas Pilar y Margarita, Irene y Constantino de Grecia (hermanos de Sofía) y Simeón de Bulgaria, entre otros.

Como ya estaba previsto, no acudió Cristina, imputada por el <i>caso Nóos</b></i>. La hermana del nuevo Monarca tampoco estará hoy en los actos del Congreso, donde será la proclamación del nuevo rey Felipe VI.

El acto congregó, entre otros, a todos los ministros; a los portavoces de la mayoría de los grupos parlamentarios; a los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero; a la mayoría de los presidentes autonómicos, menos a Artur Mas e Iñigo Urkullu; a los padres de la Constitución y a representantes de la patronal y los sindicatos. IU-ICV, ERC, PNV y BNG fueron las únicas fuerzas parlamentarias que no enviaron a ninguno de sus miembros. La vicepresidenta Joana Ortega acudió en representación de la Generalitat.

Tras el acto, se celebró una recepción, que se alargó durante dos horas, en la que los invitados saludaron personalmente a los nuevos Reyes y a Juan Carlos y Sofía. Según varios testigos, Ortega habló bastante tiempo con Rajoy. Fuentes de la Generalitat aseguraron que la conversación con el presidente se limitó a ser de "cortesía". Teniendo en cuenta el rato que le dedicaron y la falta de diálogo entre las instituciones que representan, ya se verá en las próximas semanas si la charla dio algún fruto.

En los corrillos se comentó la normalidad con la que está transcurriendo el relevo en la monarquía y los retos que tiene por delante el nuevo Rey.

El líder de UGT, Cándido Méndez, lució un pin con la cara de Pablo Iglesias, fundador del PSOE, buscando que le preguntaran por qué lo eligió para el día de ayer. Y dio la respuesta: "Iglesias no era antimonárquico, él estaba en contra de Alfonso XIII porque se metía en política".

Tampoco faltó el futuro del PSOE en las conversaciones que tuvieron, cada uno por separado, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el todavía secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el expresidente Felipe González.

El Mundial de fútbol también fue otro tema de conversación. Juan Carlos, al que la mayoría de los entrevistados vieron muy relajado, incluso sacó su iphone para enseñar un chiste con una foto de Rafa Nadal, en la que el tenista se ofrecía a ir a Brasil para ayudar a la selección.

El exjefe de Estado pasó parte de la recepción charlando con su hijo y también con Rajoy y Aznar. Mientras los principales protagonistas se iban moviendo entre corrillo y corrillo, Sofía y Leonor estuvieron jugando y correteando por el salón. En un momento dado, Leonor se acercó a la zona donde estaba su abuelo y éste la cogió del brazo y le dijo: "Leonor, ¿ves a toda esta gente? Me han ayudado mucho y a ti también te van a ayudar".

Juan Carlos salió del Palacio Real cerca de las ocho de la tarde, y pudo escuchar por última vez el "Viva el Rey", en boca de los alabarderos de la Guardia Real. Hoy, el padre de Felipe VI ha decidido dejar todo el protagonismo a su hijo y no acudirá al Congreso de los Diputados. Solo se le podrá ver saludando en el balcón del Palacio Real, una vez que el nuevo Monarca haya sido proclamado en las Cortes y haya hecho un pequeño recorrido por Madrid.