Los príncipes de Asturias presidieron ayer el único acto en homenaje a las víctimas del 11-M que aglutinó a representantes de la mayor parte de las instituciones, así como a miembros del Gobierno y la oposición. Felipe y Letizia asistieron a un concierto organizado en el Auditorio Nacional por los propios damnificados, en este caso la fundación que reúne a todas las asociaciones de víctimas. El repertorio, interpretado por la orquesta de la Comunidad de Madrid, se compuso de la obertura de Los esclavos felices de Juan Crisóstomo de Arriaga; el Concierto para violonchelo y orquesta de Robert Schumann y la Sinfonía número 91 de Joseph Haydn.