El único diario en euskera presente hasta ayer en los puestos de venta de Euskadi surgió fruto de la iniciativa popular hace casi 13 años. Sectores de la comunicación y de la cultura, vinculados al nacionalismo y en particular a Eusko Alkartasuna, constituyeron un grupo promotor que, tras captar 150 millones de pesetas en pequeñas aportaciones y con la venta de acciones, puso en la calle Euskaldunon Egunkaria el 6 de diciembre de 1990.

Con el respetado y reputado escritor Martín de Ugalde al frente del consejo de administración, y el periodista Peio Zubiria (uno de los detenidos ayer) como director, el Egunkari --como se le conoce-- se presentó como un "diario euskaldún, nacional, independiente y abierto".

Su presencia en el mercado supuso toda una novedad y en el primer año de vida logró mantener una venta superior a los 11.000 ejemplares diarios, en una comunidad en la que sólo el 22 % de los ciudadanos era entonces bilingüe.

APOYO DEL GOBIERNO VASCO

"El libro de estilo de diario nos ha aportado una herramienta fundamental a quienes escribimos en euskera", decía ayer la escritora Arantza Urretavizcaya. Resumía el esfuerzo del diario por aproximarse al público desde el euskera unificado, el batua, y conseguir hacerlo mediante un lenguaje periodístico.

Su actual director, Martxelo Otamendi, también detenido, ha promovido el paso de 40 a 52 páginas y ha impulsado ediciones para las noticias locales. La venta actual está en los 15.000 ejemplares, que se calcula que son leídos por más de 45.000 personas.

Las ayudas institucionales, fundamentalmente del Gobierno vasco, han sido fundamentales para sostener la presencia de Egunkaria en la calle. El diario se ha llevado un buen pellizco del notable aumento que los Presupuestos de la comunidad autónoma vasca han dedicado al apoyo y a la promoción del euskera. El pasado año alcanzó 1,68 millones de euros (280 millones de pesetas).

Jaime Mayor Oreja (PP) acusó ayer al lendakari, Juan José Ibarretxe, por subvencionar al diario con más de seis millones de euros desde 1997.

"Cuando un Gobierno apoya a una organización con 1.000 millones (de pesetas) y ésta es acusada de pertenencia a banda armada, hay responsabilidad política grave", afirmó Mayor Oreja.

IMPACTO

El cierre del diario causó ayer un fuerte impacto en sectores del euskera y de la cultura. No habían pensado que las historias aventadas hace años, según las cuales ETA había influido en el nombramiento del primer director, o el procesamiento de Otamendi por una entrevista a miembros de la banda, concluyeran en la clausura del medio.

Otamendi y la directora del diario Gara, Mertxe Aizpurua, están acusados de inducción al asesinato del concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPV) en Leiza (Navarra), José Javier Múgica, por el contenido de esa entrevista, publicada el 7 de junio de 2001.