Unió Mallorquina no pide ni la presidencia del Gobierno balear, ni la del Consejo de Mallorca, ni la del Ayuntamiento de Palma. No pedimos cargos, queremos hablar de país", declaró ayer la presidenta de UM, Maria Antònia Munar, al término de la reunión de la dirección del partido que tiene en sus manos la llave de la gobernabilidad en las tres instituciones.

Acto seguido, desgranó un listado de actuaciones más próximo a la izquierda y que choca con posiciones concretas de la derecha. "Queremos que los temas de identidad y de lengua sean prioritarios en cualquier pacto, que el catalán sea la lengua vehicular", apuntó Munar, quien también quiere parques en la fachada marítima de Palma, donde el PP proyecta viviendas de lujo y el palacio de congresos, y en la zona de Jacinto Verdaguer, donde el consistorio popular ha recibido una fuerte contestación vecinal por un proyecto de paseo que intensifica el tráfico. Munar pide además avances en el autogobierno, el desarrollo del Estatuto balear y el Régimen Especial y la mejora de la financiación autonómica, así como participación en puertos y aeropuertos.

Con esta declaración de intenciones, la presidenta de UM contiene las aspiraciones de Miquel Nadal, su hombre en Palma, donde consiguió dos de los 29 concejales. Declaró que si él no era el alcalde, continuaría, aun en minoría, la actual alcaldesa del PP, Catalina Cirer, con 14 ediles. Su posición suponía dejar sin opción a la socialista Aina Calvo, quien, con sus 11 regidores, tampoco se muestra dispuesta a ceder la vara de mando.

FORMACION DE GOBIERNO Munar considera que "toca dar el primer paso a quien quiere formar gobierno", esto es el PP, con el que está dispuesta "a poner el contador a cero", y al PSOE, que liderará la negociación de la izquierda, según el acuerdo alcanzado con el Bloc.

El socialista Francesc Antich ofrece a UM la presidencia del Parlamento, una vicepresidencia ejecutiva y dos carteras en ejecutivos multipartidos del Gobierno y el Consejo, que también presidiría el PSOE. Desde el PP se lanzan varios mensajes. Su portavoz, Miquel Ramis, propugna un acuerdo con el PSOE, sin descartarlo con UM, el "más conveniente para Baleares", según el Gobierno de Jaume Matas.

La pérdida de la mayoría absoluta ha abierto una crisis interna. Las voces más españolistas imputan el retroceso a la "desorientación del electorado" por decisiones como el fichaje de la escritora Maria de la Pau Janer. La sensibilidad más autonomista critica la agresividad practicada hacia UM, que ahora podría resarcirse condenando al PP al ostracismo institucional.