El preso de ETA Ibon Etxezarreta ha pedido perdón por el asesinato del que fuera gobernador civil de Guipúzcoa Juan Mari Jauregi, precisamente cuando se cumplen 14 años de aquel crimen. En una carta enviada al diario 'Deia', el recluso reconoce el "daño irreparable injusto" causado con el atentado del dirigente socialista. Su viuda, Maixabel Lasa, ha comentado que el arrepentimiento "tarde, pero ha llegado''. En una entrevista en Euskadi Irratia, la que fuera directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, ha añadido, en alusión a los etarras arrepentidos: "Los hemos recuperado para la convivencia".

También el PNV ha aplaudido la petición de perdón de Ibon Etxezarreta; la presidenta de la ejecutiva vizcaína del partido nacionalista, Itxaso Atutxa, ha calificado de "paso importante" la carta y espera que sea un "paso para otros presos".

Etxezarreta fue uno de los tres miembros de ETA que participaron en el asesinato, y en su misiva muestra especial interés en agradecer a Lasa "su generosidad, humanidad y disposición" a ayudarle "con un testimonio que le ha servido para tomar conciencia del daño causado". El preso inicia su carta, íntegramente en euskera, admitiendo su participación en el atentado contra Jauregi y tacha la acción de "injustificable", ya que "solo sirvió para arrebatar la vida a Juan Mari".

Los testimonios de las víctimas

Acogido a la denominada vía Nanclares, relata que durante los últimos años ha tenido ocasión de escuchar testimonios de varias víctimas de ETA, tanto en la cárcel de Nanclares como durante los permisos penitenciarios obtenidos, lo que ha permitido darse cuenta del daño que han causado los atentados. Lasa, que había recibido la carta previamente, se sentó en otoño en los llamados encuentros restaurativos con Luis Carrasco, condenado también por el asesinato de su marido.

El recluso, que cumple también prisión por el asesinato del empresario José Mari Korta, añade en su carta una petición a Sortu para que se mueva a favor de una convivencia normalizada y deje "su silencio e inmovilismo".