El general Luis Alejandre Sintes se despidió ayer, tras algo más de un año y cinco meses en el cargo de Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME) denunciando que estos días había sentido "el temblor incierto de algunas deslealtades, de las venganzas, de los celos, de las mentiras interesadas y de las manipulaciones informativas". "Los vientos no dependen de nosotros", remarcó en presencia de la nueva cúpula militar. Alejandre pronunció estas palabras en su discurso de despedida ante su sucesor, el general José Antonio García González (hasta ahora su segundo), un día después de ser sustituido, y de que la mayoría de familiares de las víctimas del Yak-42 hubieran pedido su cese.

El escándalo del Yak-42 ha frustrado las aspiraciones de Alejandre, que hasta hace poco era el más firme candidato a Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD). Considerado un brillante militar, había ocupado entre noviembre del 2000 y septiembre del 2001 la capitanía general de la Región Pirenaica, con sede en Barcelona.

El traspaso de poderes tuvo lugar en la sede del Cuartel General del Ejército. Alejandre fue el único de los tres jefes de Estado Mayor relevados el viernes por el Consejo de Ministros que no acudió a Defensa donde, en presencia de José Bono los nuevos jefes juraron sus cargos.

EL REPLIEGUE DE IRAK Ya en el palacio de Buenavista y en presencia de la nueva cúpula militar, acompañado también por cuatro de sus antecesores, Alejandre subrayó que había recibido la responsabilidad de ser JEME "en otras circunstancias" y recordó que en su mandato, "más de 3.000 soldados servían en seis misiones", y había "siete generales con mando en el exterior". "Y no nos temblaba el pulso cuando preparábamos alternativas de incrementar otras más, y no nos tembló cuando recibimos la orden de repliegue", dijo en referencia a Irak.

El general hizo entonces la única mención al siniestro del Yak-42, al reconocer que su mandato había sido duro. "Duro por los accidentes, las tensiones políticas y por la brutal reaparición del terrorismo", dijo. Por otro lado, el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, instó al PP a "pedir perdón" por las "mentiras".