No se trata de una advertencia, sino de la posibilidad de ejecutar una decisión acordada entre la Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el PP. El partido navarro, que es la marca electoral del PP pero tiene una personalidad jurídica propia, tiene dos diputados en el Grupo Popular en el Congreso y prevé, si fructifican sus negociaciones con el PSOE, votar a favor de los presupuestos del 2009.

El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, pidió ayer al vicesecretario de política autonómica del PP, Javier Arenas, que "se meta en su casa", porque la suya es la UPN, que preside él mismo. Arenas había asegurado en una entrevista en El Mundo que no habrá ningún problema entre la UPN y el PP, y que las dos fuerzas votarán lo mismo en el Congreso, "como no puede ser de otro modo".

Pero a juicio de la UPN sí puede ser de otro modo. En el acuerdo electoral entre las dos formaciones se constata que el voto podrá ser diferente en el Congreso "para situaciones especiales que afecten al interés general de Navarra y a la gobernabilidad de la comunidad foral". El líder del PP, Mariano Rajoy, irá hoy a Pamplona para entrevistarse con Sanz y tratar de impedir esa posibilidad. Un voto a favor de los presupuestos del 2009 de los dos diputados de la UPN dejaría al Gobierno en una situación favorable.